Cómo reconocer los síntomas de la orquiepididimitis
La penetración del microorganismo en el tejido de los testículos ocurre cuando la infección se transmite desde una pareja sexual o desde un foco de inflamación en el cuerpo. El desarrollo de orquiepididimitis se observa con una gran cantidad de bacterias o virus en los tejidos.
Se considera factor provocador una disminución de las defensas del organismo cuando:
- enfermedades infecciosas;
- hipotermia
- el uso de alcohol o drogas.
El agente causal de la infección penetra en el tejido testicular con flujo sanguíneo a través de los conductos deferentes.
El foco inflamatorio puede estar en las vesículas seminales, próstata, uretra, riñones o intestinos. La inflamación puede ser promovida por intervenciones quirúrgicas, lesiones, suministro de sangre e inervación deteriorados. La infección también puede ocurrir algún tiempo después de la operación, lo que se ve facilitado por el cuidado inadecuado de las suturas.
Por eso en el postoperatorio es necesario:
- tomar medicamentos antibacterianos y antiinflamatorios;
- evitar el esfuerzo físico intenso;
- hacer ajustes en el momento oportuno.
La inflamación, que se ha desarrollado debido a la vascularización del órgano y la presencia de un ambiente ideal para la reproducción de bacterias, tiene un carácter pronunciado.
Con la reproducción activa de microorganismos en los tejidos glandulares, se produce una gran cantidad de exudado, un líquido inflamatorio. Contiene los productos de desecho de bacterias y leucocitos, células formadas en el cuerpo en respuesta a la inflamación. En relación con el desarrollo de un secreto inflamatorio y la actividad vital activa de las bacterias, hay un reemplazo gradual de los tejidos glandulares por conectivos. Algunos tipos de agentes parasitarios se adaptan a la existencia a largo plazo en el cuerpo, por lo que la orquiepididimitis se vuelve crónica, en la que los períodos de exacerbación se reemplazan por períodos de calma.
Los síntomas de la enfermedad no siempre son pronunciados, puede ocurrir de forma asintomática o subclínica. Sin embargo, esto no significa que la inflamación se presente de forma leve y pueda curarse espontáneamente. Las posibilidades de recuperación son altas solo con el tratamiento adecuado y más medidas preventivas.
Cuadro clínico
La orquiepididimitis aguda izquierda o derecha se acompaña de dolor en la parte afectada del escroto, fiebre y fiebre. Estos signos aparecen de forma inesperada y se observan durante 7-10 días, después de lo cual desaparecen con el tratamiento adecuado. En ausencia de una terapia adecuada, la orquiepididimitis aguda del lado derecho se vuelve crónica. El dolor en el escroto aumenta con el tiempo, la hinchazón aparece en las etapas posteriores. En un proceso inflamatorio agudo, se altera el suministro de sangre a los tejidos, la irritación constante de las terminaciones nerviosas contribuye a un aumento de los síntomas desagradables.
A menudo, la orquiepididimitis crónica termina con la formación de un absceso purulento, lo que da un pronóstico más favorable. El área afectada del tejido está cubierta de una membrana, después de lo cual se resuelve. Con la formación de un absceso, el cuadro clínico de la enfermedad se vuelve más pronunciado. El síndrome de dolor se vuelve intenso, la temperatura sube a 39 °C. Después de unos días, los síntomas desaparecen y el paciente se siente mejor. Cuando aparecen los primeros signos de inflamación del testículo y su apéndice, es urgente contactar a un urólogo.
En la orquiepididimitis crónica, los síntomas pueden estar asociados con la presencia de focos de infección en otros órganos del sistema genitourinario. Dicha inflamación se caracteriza por un dolor leve en el área afectada, que aumenta con el movimiento. Las secciones izquierda y derecha del escroto aumentan de tamaño, aparece una hinchazón dolorosa.
Con formas purulentas de orquiepididimitis, se produce supuración, lo que provoca un cambio en los tejidos del testículo. El largo curso del proceso inflamatorio conduce a una violación de la permeabilidad de los conductos deferentes. La orquiepididimitis aguda derecha e izquierda puede provocar infertilidad.
El curso de un proceso crónico puede ser asintomático, lo que imposibilita detectar y curar la enfermedad a tiempo. En otros casos, la enfermedad tiene un cuadro clínico característico: dolor en la ingle, disminución del deseo sexual, malestar durante la erección, signos de intoxicación del cuerpo. La composición del líquido seminal también cambia: aparecen inclusiones sanguinolentas o purulentas. El testículo adquiere mayor densidad.
Diagnóstico y tratamiento
El examen del paciente comienza con un examen de la región inguinal y un análisis de los síntomas existentes. La palpación revela un aumento del escroto, dolor de diversos grados y compactación de los tejidos glandulares. Antes de comenzar el tratamiento, es necesario identificar el agente causante de la infección y determinar su sensibilidad a los medicamentos. Para ello se realiza un examen bacteriológico del líquido seminal y de la secreción uretral. Si es necesario, se realiza una punción de absceso para determinar la naturaleza de la inflamación. Con base en los resultados de estos estudios, se puede hacer un diagnóstico definitivo.
Con la orquiepididimitis, el tratamiento implica un enfoque integrado, la eliminación de un proceso inflamatorio agudo se lleva a cabo en condiciones estacionarias. Solo en formas crónicas, las medidas terapéuticas pueden llevarse a cabo de forma ambulatoria. El tratamiento comienza con la toma de medicamentos antibacterianos de amplio espectro, en el futuro pueden ser reemplazados por otros específicos. También se utilizan medicamentos antiinflamatorios, que reducen la temperatura y mejoran la circulación sanguínea en los tejidos afectados. En el tratamiento de la orquiepididimitis, se utilizan cefalosporinas, sulfonamidas, macrólidos. Como analgésicos y antipiréticos, se utilizan medicamentos a base de paracetamol, analgin y aspirina.
Un régimen terapéutico integral incluye la eliminación de la clamidia y la gonorrea, si se encuentran. Con tricomonas o infecciones gonocócicas, es necesario el tratamiento conjunto de ambas parejas sexuales. Se recomienda abstenerse de tener relaciones sexuales durante este período. Se debe proporcionar información precisa sobre todos los contactos al médico en la primera visita. La duración del curso terapéutico se determina individualmente, esto se debe a la diferente duración del período de incubación de las infecciones de transmisión sexual. Se programa un examen de seguimiento de 1 a 3 meses después del final del tratamiento.
En la mayoría de los casos, los resultados positivos ya se observan en el tercer día de uso de los medicamentos. Si el tratamiento no es efectivo, es mejor volver a examinar o ajustar el régimen terapéutico. En algunos casos, los síntomas de la enfermedad tardan más en desaparecer. Las formas complicadas de epididimitis se tratan quirúrgicamente.