Adenoma: factores de riesgo y manifestaciones clínicas
El adenoma es una formación tumoral de curso benigno. Se forma a partir de células del epitelio glandular y puede localizarse en cualquiera de los órganos en los que está presente dicho tejido. Estos órganos incluyen las glándulas salivales, la glándula tiroides, los bronquios, las glándulas mamarias, las glándulas suprarrenales, la próstata y la glándula pituitaria.
El más común es el adenoma de próstata. Afecta principalmente a hombres del grupo de mayor edad. El desarrollo de dicha enfermedad se manifiesta por la aparición de síntomas específicos que, sin un tratamiento adecuado, pueden provocar complicaciones graves.
La próstata pertenece a las glándulas alveolar-tubulares de secreción interna y es responsable de la implementación de la función sexual en los hombres. Topográficamente, se encuentra ligeramente por debajo de la vejiga y rodea la uretra por todos lados. Es en la uretra donde se abre una gran cantidad de conductos de la próstata. Según su estructura, la próstata está representada por dos tipos de tejido: glandular y fibromuscular. Tiene un tamaño bastante pequeño y está estructuralmente dividido en lóbulos. Al fusionarse, estos lóbulos forman formaciones más grandes: lóbulos. Anatómicamente, la próstata se divide en tres lóbulos: izquierdo, derecho y anterior. Entre estos lóbulos hay particiones delgadas que los separan entre sí. Las principales funciones de la próstata están representadas por el hecho de que asigna uno de los componentes importantes de los espermatozoides y bloquea el paso de la orina durante la eyaculación.
Por el momento, no se han establecido las causas exactas del adenoma. Sin embargo, hay una serie de factores que predisponen a esto, incluyendo:
- Desequilibrio entre estrógenos y andrógenos debido a cambios en los hombres relacionados con la edad;
- Situaciones estresantes frecuentes y sedentarismo;
- Presencia de adicción al alcohol y la nicotina;
- enfermedades inflamatorias agudas y crónicas del sistema genitourinario;
- Impacto en el cuerpo de factores ambientales ambientales adversos.
Síntomas del adenoma de próstata
El adenoma de próstata en los hombres está representado por dos grandes grupos de manifestaciones clínicas: irritativas y obstructivas. El grupo irritante se caracteriza por la aparición de síntomas como ganas de orinar muy frecuentes, micción nocturna e incapacidad para retener la orina. Si hablamos del grupo obstructivo, entonces la violación del proceso normal de micción pasa a primer plano. Esto sugiere que una persona enferma no puede vaciar completamente la vejiga, el proceso de micción es difícil para él y la orina fluye de manera intermitente.
El adenoma de próstata se desarrolla en varias etapas:
La primera etapa se llama compensada. Se caracteriza por un aumento en la frecuencia de las ganas de orinar. Al mismo tiempo, se nota la aparición de dificultades iniciales en este proceso, que se expresan en una disminución del volumen de orina excretada. Una persona enferma comienza a sentir la necesidad de despertarse por la noche para vaciar la vejiga. Al mismo tiempo, la función del tracto urinario superior no sufre. En la zona de la vejiga no hay orina residual o está en muy poca cantidad.
Esta etapa se llama subcompensada. Se produce la progresión y el crecimiento del adenoma. En una persona enferma, hay un aumento gradual en la cantidad de orina residual en la luz de la vejiga. Al mismo tiempo, la propia vejiga comienza a aumentar su volumen y sufre cambios distróficos. Existe la necesidad de esforzarse significativamente durante el acto de orinar, lo que se acompaña de la intermitencia del chorro de orina. A medida que se desarrollan los síntomas, hay una disminución en la actividad funcional de los riñones y el tracto urinario superior.
La tercera etapa se llama descompensada. El desarrollo del adenoma de próstata conduce al hecho de que la vejiga se estira significativamente y se llena completamente de orina. El proceso de orinar se vuelve imposible incluso con esfuerzo. Y si aún logra excretar orina, sale en porciones muy pequeñas o incluso en gotas. El paciente experimenta una necesidad constante de ir al baño. Las funciones de los riñones y del tracto urinario superior se deterioran en gran medida y se produce la formación de insuficiencia renal crónica.
Por lo tanto, el adenoma está representado por los siguientes síntomas:
- Dificultad en el proceso de micción y sensación de vaciado incompleto de la vejiga;
- Emisión de orina en un chorro lento e intermitente;
- Síndrome de dolor durante el acto de orinar y en el proceso de eyaculación;
- Deterioro significativo del bienestar general y aumento de la debilidad;
- Sensación constante de sequedad en la boca;
- La aparición en la orina de impurezas patológicas en forma de sangre o mucosidad;
- Retención urinaria completa en las etapas avanzadas del curso del proceso patológico.
El adenoma de próstata en los hombres es de gran peligro debido a que, si no se trata adecuadamente, puede conducir a una insuficiencia renal crónica, que puede ser fatal. Además, existe la posibilidad de cálculos en la vejiga y la adición de una infección bacteriana secundaria.
Diagnóstico de adenoma de próstata en hombres
El adenoma implica un examen completo, que incluye la recopilación de quejas y la anamnesis del paciente, un examen general. Un examen general en este caso implica un examen digital obligatorio de la próstata. De los métodos adicionales utilizados:
- Examen de ultrasonido de la próstata;
- uroflujometría;
- Determinación del antígeno prostático específico;
- Biopsia seguida de examen histológico en casos dudosos.
Tratamiento del adenoma y métodos de prevención.
Entre los métodos de tratamiento del adenoma, se distinguen la terapia conservadora y la intervención quirúrgica. Los medicamentos utilizados en este caso incluyen bloqueadores alfa e inhibidores de la 5-alfa reductasa.
En casos avanzados, se recurre a la cirugía.
Para la prevención del adenoma de próstata en los hombres, se recomienda eliminar los malos hábitos y llevar un estilo de vida saludable. Además, debe someterse a exámenes preventivos anuales con un proctólogo.