Con la enfermedad, se forma hinchazón de la próstata y aparecen focos purulentos en sus tejidos. Los datos estadísticos dan derecho a afirmar que la prostatitis aguda en los hombres es una dolencia común, con la edad aumenta el riesgo de que ocurra.
La efectividad del tratamiento de la prostatitis aguda depende directamente de la puntualidad del tratamiento del paciente. La enfermedad pasa rápidamente a una forma crónica, cuyo tratamiento es más largo y más difícil.
Formas de prostatitis aguda.
Si hablamos del desarrollo clínico de la prostatitis aguda en los hombres, existen tres formas (etapas) de la enfermedad:
- catarral;
- folicular
- parenquimatoso.
La primera que ocurre es la inflamación catarral, que se caracteriza por la expansión de los ácinos, la aparición de edema reactivo del tejido intersticial. Esto conduce a un aumento significativo en la glándula prostática. El siguiente paso es la rápida propagación de procesos inflamatorios a los lóbulos y conductos excretores de la próstata. Estamos hablando, en particular, de los conductos excretores de las glándulas prostáticas que conducen a la uretra posterior. Los cambios inflamatorios afectan solo las membranas mucosas. Los conductos excretores pierden su contractilidad, se estrechan significativamente o se obstruyen por completo, creando obstáculos para la liberación de la secreción prostática. La forma catarral está directamente relacionada con el agente infeccioso que se ha movido desde la uretra posterior. Dado que el proceso inflamatorio también afecta a la secreción de la próstata, puede provocar la aparición de uretritis posterior.
Durante la etapa folicular, los focos de inflamación alcanzan y se propagan a través de lóbulos individuales o de toda la glándula prostática. Hay focos purulentos, el pus pasa a la uretra. El agrandamiento de la próstata no se detiene, los tejidos sufren cambios destructivos.
Durante la fase parenquimatosa de la prostatitis aguda, los procesos inflamatorios afectan el tejido intersticial de la glándula prostática. Esta etapa ocurre después de la penetración de un agente infeccioso por contacto o vía hematógena, por ejemplo, después de una cirugía.
La prostatitis parenquimatosa al comienzo de la enfermedad se acompaña de la aparición de pústulas individuales, que en el proceso de desarrollo se combinan, combinadas con un absceso de la glándula prostática.
En cuanto a las formas folicular y parenquimatosa, durante su desarrollo suelen producirse cambios inflamatorios en la parte posterior de la uretra y el cuello de la vejiga.
Pronóstico y prevención de la prostatitis aguda.
En la gran mayoría de los casos, la terapia etiotrópica, realizada a tiempo, le permite erradicar los signos de prostatitis aguda. Si no se lleva a cabo el tratamiento, es muy posible la aparición de un absceso o el flujo de la enfermedad a una forma crónica.
Bajo la prevención de esta enfermedad, se acostumbra referirse al tratamiento oportuno de cualquier enfermedad infecciosa en el cuerpo, así como a la identificación y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual y uretritis. Un hombre necesita llevar un estilo de vida saludable, especialmente prestando atención al aumento de la actividad física. Además, el desarrollo de la enfermedad se ve obstaculizado por la vida sexual regular, la ausencia de contactos casuales sin protección. El estricto cumplimiento de las normas de higiene personal es otro requisito importante para un hombre de cualquier edad.
Causas de la enfermedad
La prostatitis aguda en los hombres puede ocurrir a cualquier edad. La razón es a menudo la penetración de varios patógenos infecciosos. Esta es Escherichia coli, pero también puede haber estreptococos, estafilococos, hongos del género Candida, clamidia, Trichomonas. La forma más común de penetración son los conductos excretores. Además, el patógeno puede penetrar en la glándula prostática desde la vejiga, en la que tiene lugar el proceso inflamatorio (por ejemplo, cistitis aguda). Además, la infección puede propagarse desde focos purulentos localizados en las inmediaciones.
El proceso inflamatorio en la próstata provocado por la presencia de microorganismos puede darse por diversos motivos. Su riesgo se ve incrementado por factores como:
- intervenciones quirúrgicas en la región de la uretra;
- relaciones sexuales sin protección, enfermedades inflamatorias del área urogenital en una pareja;
- uso de un catéter uretral;
- cálculos prostáticos, etc.
La aparición de prostatitis aguda puede no estar asociada con infecciones. Puede ocurrir como consecuencia de un estilo de vida sedentario, hipotermia, diversos trastornos que conducen al estancamiento en el área pélvica.
Síntomas de la prostatitis aguda
Dado que hay diferentes etapas de la prostatitis aguda, los síntomas de la enfermedad a menudo dependen de ellas. Pero hay rasgos comunes que unen todas las formas. En primer lugar, es el dolor, la intoxicación general y la aparición de problemas con el proceso urinario.
La forma catarral, por regla general, se acompaña de dolor intenso, sensación de pesadez en la región perineal, micción frecuente, acompañada de sensaciones dolorosas. Durante la palpación, el médico puede notar un aumento en el tamaño de la glándula prostática. Los resultados de las pruebas de secreción pueden mostrar un recuento alto de glóbulos blancos.
Los síntomas de prostatitis aguda en forma folicular son más pronunciados. Un hombre siente dolor en el perineo, que se irradia al sacro o al pene. El proceso de orinar se acompaña de dolor, la orina se retrasa y, a menudo, hay dificultades con el proceso de defecación. Hay un malestar general, el paciente tiene fiebre. La palpación demuestra una próstata agrandada, sus contornos se vuelven asimétricos. Puede haber dolor focal. Los análisis muestran un aumento en el nivel de leucocitos y la presencia de filamentos purulentos en la orina.
La forma parenquimatosa se acompaña de un fuerte aumento de la temperatura corporal, los indicadores pueden alcanzar los 39,5 grados. Los síntomas comunes se manifiestan en forma de escalofríos, pérdida de apetito, falta de fuerza. La micción se retrasa, el proceso se acompaña de dolor intenso. La defecación también es difícil, el estreñimiento se vuelve severo.
En tales casos, es necesario comenzar urgentemente el tratamiento de la prostatitis aguda. Si se inicia el proceso, existe una alta probabilidad de absceso prostático, paraprostatitis, flebitis del plexo venoso paraprostático. En el caso de que el paciente no acuda al médico, la enfermedad se vuelve crónica, la probabilidad de una recuperación completa se reduce significativamente.
Diagnóstico de prostatitis aguda
Cuando un paciente contacta a un urólogo, el médico diagnostica prostatitis aguda y revela en qué etapa se encuentra la enfermedad. El especialista recibe información después de realizar un estudio exhaustivo. Los métodos utilizados en el diagnóstico, en este caso, son estudios físicos, instrumentales y de laboratorio.
El examen físico consiste en estudiar el estado de la glándula prostática desde el recto. Por lo tanto, el especialista tiene la oportunidad de evaluar el tamaño, la forma, la consistencia del órgano, la presencia de dolor. Como resultado del análisis de la secreción, es fácil determinar la disminución del número de granos de lecitina y el aumento del nivel de leucocitos.
Llevar a cabo la palpación de la glándula también implica la recolección y transferencia de orina para su examen. En la mayoría de los casos, la prostatitis aguda está indicada por un aumento en el nivel de leucocitos. También se prescriben cultivos de orina, PCR y hemocultivos, análisis de secreción de la uretra.
Los métodos instrumentales en el caso de esta enfermedad están representados por diagnósticos de ultrasonido realizados por el método transrectal. Si el paciente tiene dolor intenso, la elección de la investigación se detiene en el método transabdominal.
Cuando se hace necesaria la cuestión de realizar una intervención quirúrgica, se hace necesario realizar una tomografía computarizada y una resonancia magnética de la pelvis pequeña.
Tratamiento de la prostatitis aguda
El tratamiento de la prostatitis aguda se lleva a cabo en un hospital. Esto se debe a dos factores. En primer lugar, existe el riesgo de complicaciones graves que pueden afectar la salud de los hombres y, posteriormente, afectar la función reproductiva y la calidad de la erección. En segundo lugar, la enfermedad es difícil, acompañada de síntomas pronunciados y sensaciones dolorosas. El tratamiento de la prostatitis aguda comienza con la terapia con medicamentos, prescribiendo medicamentos etiotrópicos al paciente. El papel más importante lo desempeñan los agentes antibacterianos que inhiben el funcionamiento de los microorganismos.
Para reducir la intensidad del dolor, así como eliminar los espasmos, se recomienda que el paciente tome antiespasmódicos y analgésicos. A veces, se usan enemas térmicos, o supositorios rectales para aliviar la condición. Después de superar los síntomas agudos, es posible utilizar la fisioterapia. Estos procedimientos aumentan la microcirculación, mejoran la inmunidad local y contribuyen a la desaparición de la inflamación. Entre los métodos fisioterapéuticos para el tratamiento de la prostatitis aguda, los más efectivos son el masaje prostático, así como la terapia con microondas y la electroforesis. Durante muchos años, el masaje de próstata se ha considerado una medida particularmente popular, que le permite eliminar la congestión, y también se recomienda usarlo regularmente como profiláctico para hombres que han cumplido los cuarenta años.
En caso de problemas con el proceso de micción, no se utiliza un catéter, sino que se prefiere una cistostomía con trocar.
Se considera que la recuperación es la regeneración del tejido de la próstata, la restauración completa de sus funciones, mientras que los estudios de laboratorio indican que los patógenos infecciosos están ausentes y la secreción de la próstata vuelve a su composición normal.
La cirugía no es un tratamiento ampliamente utilizado para la prostatitis. No siempre funciona. La solución quirúrgica trae dinámicas positivas en menos de la mitad de los casos. El efecto secundario más común de la operación es la disfunción eréctil, también es común la eyaculación retrógrada, en la que los espermatozoides ingresan a la vejiga durante la eyaculación y, a veces, hay un estrechamiento del uréter. El método quirúrgico no garantiza contra la recurrencia. Por ello, se recurre a la cirugía solo en determinados casos, como por ejemplo:
- la aparición de un absceso de próstata, que debe abrirse y limpiarse sin falta;
- falta de resultado del tratamiento por métodos conservadores en forma de medicamentos, medicina tradicional, procedimientos de fisioterapia;
- el desarrollo de complicaciones graves;
- la presencia de un foco de inflamación en el área pélvica;
- la formación de paraproctitis (absceso purulento en las células localizadas alrededor del recto);
- la presencia de sangre en la orina;
- retención urinaria y cese de la micción (anuria);
- la presencia de cálculos en la vejiga, riñones, cuya causa fue la prostatitis;
- sospecha de malignidad.
Este artículo se publica únicamente con fines educativos y no constituye material científico ni asesoramiento médico profesional. Consulte a su médico para el diagnóstico y tratamiento.
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